miércoles, 31 de marzo de 2010

Tworki (El manicomio), de Marek Bienczyk

Tworki (El Manicomio)
Marek Bienczyk
Trad. de Maila Lema Quintana
Acantilado. Madrid, 2010

Este 15 de marzo se puso a la venta Tworki (El manicomio), primer libro publicado en castellano del escritor polaco Marek Bienczyk. Esta novela, que fue editada en Polonia en 1999, se encuentra ambientada hacia el final de la Segunda Guerra Mundial en un gran hospital psiquiátrico. El hospital de Tworki es gestionado por los alemanes, y en él trabajan algunos polacos muy jóvenes como contables, entre ellos tres o cuatro judíos con documentación falsa.

Marek Bienczyk (Polonia, 1956) es uno de los novelistas más notables de su generación. Acantilado presentará próximamente su ensayo Melancholia. De los que han perdido aquello que nunca se encuentra (2000).

En un extenso y elogioso artículo sobre Tworki (El manicomio), publicado en 2006 en Le Monde, Milan Kundera afirmaba lo siguiente: «Esta novela no se parece a ninguna otra. … A menudo, la narración se transforma en canto, las palabras y las fórmulas se repiten como estribillos, aparecen rimas, el vuelo de la palabra no decae y nos lleva y arrastra hasta el final del libro. … Descubrir a un escritor polaco, totalmente desconocido, novel, al margen de todas las redes de influencia, fue algo raro y noble». El escritor polaco Marek Bienczyk, uno de los más importantes de su país, llega por primera vez a las librerías españolas con su novela "Tworki", en la que se reflexiona sobre la experiencia del dolor y la pérdida.

"Esta novela está destinada a personas con una cierta sensibilidad y fue escrita con auténtica hambre de sentimientos", dijo Bienczyk al presentar su libro, que acaba de publicar la editorial Acantilado, en el Instituto Polaco de Cultura, acompañado por el editor, Jaume Vallcorba, y por su traductora, María del Pilar Lema Quintana, entre otros.

A caballo entre la lírica y la épica, Tworki (El manicomio) es, según Vallcorba, una novela "muy singular" en la que tan importante es lo que se dice como lo que se oculta, y que introduce al lector en un mundo "muy especial, que toca lo más profundo del alma humana".

Nacido en 1956, Bienczyk se enfrenta en esta novela, publicada en Polonia en 1999, a un mundo "enormemente trágico, en el que los seres humanos buscan su plenitud que les es constantemente negada por las circunstancias históricas y por las limitaciones del alma", señaló el editor.

Bienczyk se sentía hoy feliz de que un libro suyo se haya publicado por fin en español, una lengua que aprendió de joven, aunque la ha olvidado en parte, y que admira desde que en los setenta leyó a los grandes escritores latinoamericanos.

"Para un lector polaco tampoco es fácil leer este libro, porque requiere bastante atención y una cierta sumisión para dejarse llevar por este tipo de lenguaje", explicó hoy Bienczyk. En su artículo escrito para ABC, Mercedes Mommany describe este lenguaje como "de una sobrecogedora poesía, así como de un persistente y melancólico tono elegíaco", "a mitad de camino entre el sueño y la realidad", "entre la tragedia y la dulzura de la existencia": "Un emocionante reguero de calladas resistencias, de coraje, planta cara  a la sinrazón, en las más difíciles condiciones".

La dificultad, prosiguió el autor polaco, estriba en que, con ese lenguaje, él busca "un modo de expresión que haga honor al hecho que describe y que arranca con la decisión de una joven judía de veinte años que se entrega a la policía alemana en la Segunda Guerra Mundial y que deja una carta de despedida".

Esa carta "existió en realidad" y por carambolas del destino llegó a manos de Marek Bienczyk, como también llegó un anillo que llevaba grabados los nombres de una de una pareja judía "y un símbolo de amor. Fue muy conmovedor", aseguró el escritor.

En Polonia, tras la Segunda Guerra Mundial, han aparecido numerosos objetos de este tipo, a partir de los cuales "se ha podido ir recreando la historia de aquellos años", comentó el novelista, cuyo ensayo Melancholia. De los que han perdido aquello que nunca se encuentra será publicado próximamente en España por Acantilado.

También existe el hospital psiquiátrico Tworki, situado a veinte kilómetros de Varsolvia y que Bienczyk convierte en su novela "en un espacio idílico, alejado del sufrimiento del mundo externo". Crea así "una imagen bucólica" donde predomina el sentimiento por encima de los hechos históricos.

"Siempre creo oasis en mis novelas, enclaves donde el hombre puede escapar de la maldición de la Historia", afirmó el escritor para añadir a renglón seguido que los enfermos mentales de Tworki revelan "la verdad sobre el mundo, que no es demasiado alegre".

En un gesto irónico, el escritor le ha puesto a algunos personajes nombres de grandes representantes de la cultura europea, como Goethe, Rubens o Durero. Es su forma de "saldar" sus deudas "con la cultura europea".
                                                  

«Sí, la historia es real, muy real. Hubo una guerra, Polonia fue ocupada por las tropas alemanas en septiembre de 1939 y los nazis tomaron el poder durante seis años, hasta el invierno de 1945; también, durante la ocupación, hubo trabajo, amores, tráfico, redadas y trenes que llevaban a los polacos a trabajar como esclavos al Reich. … También existió el hospital de Tworki, que aún hoy sigue abierto, y aún hoy decimos “éste está para Tworki” … Sí, la historia es real, demasiado real. También existió un cielo azul, otras veces lluvioso, como existió la carta de S.; una carta escrita a lápiz … A veces me preguntan si toda esta historia fue real. Sí, respondo, la historia es real, hubo una guerra, millones de personas perecieron, otras sobrevivieron». Así describe Bienczyk el origen de esta historia, que nos habla de la sensibilidad hacia la experiencia del dolor humano, de la pérdida, de la vida que aspira a una plenitud que constantemente se nos escapa.

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