miércoles, 31 de marzo de 2010

De la vida de un inútil, de Joseph von Eichendorff

De la vida de un inútil
Joseph von Eichendorff
Trad. de Ursula Toberer
Rey Lear. Madrid, 2010

Considerada uno de los grandes clásicos de la literatura alemana, De la vida de un inútil
es la obra más popular de Joseph von Eichendorff, el gran narrador y poeta del romanticosmo tardío de su país, que causaba pasión en músicos como Schumann y
Mendelssohn y hacía las delicias de Hitler. REY LEAR la incorpora a su catálogo con una
nueva traducción de Ursula Toberer.
Poco después de que su padre le tache de inútil y le recrimine su afición a no hacer
absolutamente nada, el hijo de un molinero decide salir a ver mundo y buscar fortuna con
la única compañía de su violín. Así arranca una de las novelas más divertidas del romanticismo
alemán, a caballo entre la narrativa picaresca y la comedia de enredo, donde el lector
siempre descubre antes que el protagonista el desenlace de las aventuras –la mayoría
de ellas amorosas– a las que se enfrenta el inútil. En su arduo peregrinaje, que le llevará
hasta Italia y Prusia, aprende con desgana los oficios de jardinero y aduanero, pero sobre
todo se reafirmará en su condición de hombre libre y feliz. Catalogado por Peter Boxall y
José-Carlos Mainer como uno de los 1001 libros que hay que leer antes de morir, De la
vida de un inútil está salpicada de poemas bucólicos y alegres que hicieron las delicias
de Hitler, quien consideraba a Eichendorff uno de sus autores predilectos. Ese mismo
aliento poético ya había conseguido previamente el interés de compositores como
Schumann, Mendelssohn, Brahms o Richard Strauss, que musicaron gran parte de la obra
de este autor.

Joseph von Eichendorff (Lubowitz, Alta Silesia 1788 – Neisse, Alta Silesia 1857) es considerado
uno de los grandes poetas del romanticismo alemán. Sus versos entusiasmaban a
Hitler, que se los hacía cantar a las las juventudes del partido nazi, pero previamente atrajeron
la atención de compositores como Robert Schumann, Felix Mendelssohn, Johannes
Brahms, Richard Strauss o Hans Pfitzner, que se sirvieron de ellos para muchas de sus
obras. Traductor al alemán de algunos autos sacramentales de Calderón de la Barca, su
obra dramática no ha superado el filtro del tiempo, algo que no ha ocurrido con su poesía
y sus novelas, reeditadas constantemente en Alemania. Se le considera el creador literario
del paisaje romántico alemán y en 1837 publicó un poemario donde presentaba al hombre
como un ser libre y plenamente feliz. El mismo tema ya lo había abordado en su obra más
poderosa, la novela De la vida de un inútil (1826), clásico absoluto de la picaresca y lectura
obligada en su país. De su extensa obra narrativa destacan Presentimiento y presente
(1810-1812), La estatua de mármol (1815), ambientada en la época medieval, y El castillo
Durande (1837).
                                                          ***
De 1001 libros que hay que leer antes de morir 

Un joven yace sobre la hierba, pensando en esto y en aquello. Su exasperado padre,
tomándose un descanso de un día duro de trabajo, dice a su «inútil» hijo que se levante
y haga algo, Ante esto, nuestro joven héroe coge su violín y se marcha a ver mundo,
cantando una canción por el camino. Así empieza la deliciosa novela breve picaresca
De la vida de un inútil, del alemán romántico del siglo XIX Joseph von Eichendorff. Más
conocido por su poesía lírica, Eichendorff, que era un líder de los románticos tardíos, se
aseguró su lugar como figura clave en el legado literario alemán con esta breve pero
vibrante historia de llegada a la mayoría de edad.
El joven protagonista es recogido en el camino por dos damas aristocráticas que lo
llevan a su castillo, donde él trabaja de jardinero y entonces, cuando sus excentricidades
le han granjeado la simpatía de todos, como aduanero. Se enamora de una de las
damas, pero cuando la ve con otro hombre coge su violín y, desafiando otra vez las convenciones
sociales, vuelve al camino, guiándose sólo por el azar y por el deseo de aventura.
Desde el castillo de la dama, la suerte le lleva a Italia y Praga, donde vive malos y
buenos tiempos, una aventura tras otra. Finalmente el camino le devuelve al castillo y a
los brazos de su amor verdadero.
Eichendorff, cuyos poemas han sido musicados por tan ilustres compositores como
Robert Schumann y Felix Mendelssohm, infunde a su novela breve una especie de de
prosa lírica que se encuentra raramente fuera de la mejor poesía. Su héroe, el «hombre
romántico» ideal, es un personaje compasivo y su historia es fascinante y refrescante.
(Oscar Rickett)


w w w . r e y l e a r . e s


Asumiendo la perspectiva de un alma simple, un personaje sin nombre propio y sin otra ocupación en la vida que la de vagar por el mundo, el relato conjuga, a través de la mirada liviana y jovial del protagonista, la narrativa picaresca (de tanta tradición alemana desde el siglo XVII: recuérdese la inmortal novela El aventurero Simplicius Simplicissimus de Grimmelshausen) con la comedia de enredo. El resultado final es un alegato en defensa del hombre libre y feliz que resulta extraordinariamente moderno y que ha ejercido considerable influencia sobre escritores posteriores de la talla de Robert Walser, Franz Kafka o Thomas Mann.
(Luis Alberto de Cuenca, ABC, 20 de marzo de 2010.)

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